Érase un nacionalista generoso, un político honrado, un poeta sin ego, un republicano tan indudable que aceptó a un rey entre sus amigos. Érase un hombre tan práctico que fue utópico.Tan culto que se hizo de pueblo. Tan conocedor del idioma que llevó la palabra mierda y se la arrojó a la cara de sus señorías como abono y noble estiércol. Érase un hombre de cultura tan grande que en ella cabían la tierra salvaje y la cultivada. Érase una voz tan hermosa que la música la perseguía hasta hacerle cantautor.
Esas cualidades excepcionales las llevaba puestas como si fueran de sentido común. Todas estas cosas fueron posibles mientras Labordeta caminó derecho sobre este mundo al revés. Descansa en paz dulce hombre rudo.
Con Labordeta murió otra forma de hacer política. Se le extraña, y más en estos revueltos tiempos. La respuesta de la ciudadanía ha estado a la altura, igual que cada letra que pretende recordarle. Tal y como él se merece.
ResponderEliminarTriste, así me sentí cuando supe de su fallecimiento. Y feliz, al ver tantas y tantas muestras de cariño como esta. Él seguro que estaría contento, o no, que más da.
ResponderEliminarLabordeta era un hombre con una sensibilidad extraordinaria. Esté donde esté siempre llevará un país de amigos en la mochila.
ResponderEliminarClaro que sí.Y eso no es algo de lo que muchos políticos puedan presumir.
ResponderEliminarun gran hombre,sí señor
ResponderEliminarmañana no habría huelga si la clase política tuviera más humanidad. Algo que indudablemente este hombre tenía.
ResponderEliminarLabordeta, te recordaremos siempre y mientras tanto llevaremos tu mochila a cuestas
ResponderEliminarAy, Labordeta, ay qué gran persona, qué gran sensibilidad, cercanía, sinceridad... Era un hombre campechano y no creo que se imaginara cuánta gente ha lamentado su pérdida porque parecía una persona buena y eso es lo que más importa (Sobre todo en política)
ResponderEliminarA mí me pilla muy joven y tampoco sé muchas cosas de Labordeta. Lo típico del programa del país en la mochila y su sonoro 'mierda' ante otros políticos, pero es verdad que me ha dado pena su pérdida ¿por qué será?
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