lunes, 29 de noviembre de 2010

Jeff Goldbum, tan grande que ni se le ve

Se dice que Jeff Goldbum abandona la serie Ley y Orden. Lástima. Es uno de los mejores actores que conozco y podía verle gratis todas las semanas. Cierto que no siempre le tuve en esa consideración. Todo cambió hace un año, cuando le vi protagonizar Adam Resurrected, tan sólo estrenada en la Seminci. Un film por desgracia desconocido y que os invito a rastrear en internet ya que apenas ha tenido vida comercial.

Obra de Paul Schrader, ese moralista obsceno director de Aflicción y Posibilidad de Escape y guionista de Taxi Driver y Toro Salvaje. Adam Resurrected lleva sus obsesiones sobre el mal, la culpa y la redención al extremo en la historia de Adam, empresario y artista de variedades berlinés al que encierran con su familia en un campo de concentración y fuerzan a asumir el papel de perro de un nazi (un Willen Dafoe al que hay que agradecer que se prestara a uno de los papeles más odiosos que pueda concebirse para apoyar el protagonismo de otro).

Adam sobrevive, pero su familia no. Ni tampoco, dentro de Adam, ninguna certeza de lo que es ser un hombre. Paciente de un psiquiátrico en medio del desierto de Israel, proseguirá con su actuación como persona alegre, encantadora y magnética hasta que se le encomienda un desafío: traer a la condición humana a un niño salvaje criado como un perro. ¿Para qué describir lo que no se puede? Tal doloroso delirio funciona gracias a Goldbum. Un emocionante acontecimiento artístico, casi un acontecimiento histórico.

Afortunadamente, el talento, como la sustancia que nos hace humanos (o alma, o lo que sea, pues ya sabéis de lo que hablo) no se pierde, sino que se transforma.

Después de sufrir el ostracismo por su mejor actuación, Goldbum ha creado un detective enigmático en Ley y Orden, que guarda cierta semejanza con su Adam Resurrected. Tiene algo de histrión encantador que nos distrae para realizar el truco más difícil y peligroso: aquel que revela la verdad.

viernes, 26 de noviembre de 2010

P. D. James y todo lo que sabe

En Todo lo que sé sobre novela negra la nonagenaria P. D. James demuestra, en efecto, lo mucho que sabe. Da las claves que debe tener una buena novela de este tipo según su larga y rica experiencia como lectora y como escritora.

Aguda percepción la suya sobre una Agatha Christie que considera que triunfó "por falta de escrúpulos". Mientras otros tenían reparos en que, por ejemplo, un niño fuera el asesino o el asesinado, ella no.

P. D. James, a pesar de ser autora de, al menos, media docena de novelas sobresalientes y de una obra maestra absoluta como Sabor a Muerte, raramente se pone como ejemplo. Tan sólo en un capítulo explica, sin pedantería, los puntos principales de sus propias obras. Por lo demás, Todo lo que sé de la novela negra es una interesante reflexión de prosa perfecta, que no pretende sentar cátedra y que tan sólo hace un apunte sobre aquello que no le gusta: los escritores a los que califica como "los monótonos". No se ceba en ninguno en particular y da sus grises rasgos compartidos por muchos: en una novela de intriga ya no son capaces de intrigar.

Es como una de esas observaciones de su admirada Miss Marple, esa viejecita por la que de niña ahorraba su paga para leer su nuevo misterio. Ahora ella misma podría interpretar, con sus muchos años y su aguda inteligencia, a esa detective. Algo de eso hay cuando deplora el caos del mundo actual y añora las novelas situadas en aquellos pueblos ingleses bucólicos y ordenados en donde sucede un asesinato a resolver por un o una detective de dotes extraordinarias.

Misterio que sobrevuela a este libro sobre el misterio:  la naturaleza humana que, hacia su final, vuelve a la infancia. Y P.D James ha regresado con una sabiduría que compartir.

lunes, 15 de noviembre de 2010

José María Nieto o el humor como arte


Aunque desconozco hasta dónde traza sus líneas, he de suponer que para muchos de los lectores de Casa Desolada que no viven en Castilla y León José María Nieto es un desconocido, así que todo lo que sigue se encuentra bajo el imperativo de la recomendación. El acercamiento ideal sería hacerse con el último volumen que resume cinco años de viñetas: Ironías renovables

Pero, tanto para quienes le conozcan como para los que no,  la justificación de su entrada en este blog es la misma: se trata de llenar nuestras estanterías con creaciones que contribuyan a hacer de nuestra vida un arte. Nieto cumple con ello a diario desde el humor gráfico en su sección Fe de Ratas de El Mundo de Castilla y León.


Tiene inteligencia, una extraordinaria capacidad de síntesis de información, opinión y sintonía con el lector. Conserva la habilidad de decir la verdad en la edad adulta con la pureza de la profunda penetración, insolencia y ternura de la infancia.

Para aquellos que aprecien la obra gráfica, el trabajo aquí expuesto pone en evidencia su categoría. Un primoroso amor por el detalle y la justa elección de perspectiva son sólo dos virtudes. Para los de letras está la asombrosa constatación de que ha logrado, con sus roedores a dos patas, construir, al hilo de la actualidad de una región, una fábula diaria con encanto narrativo y moraleja universales.

El talento de Nieto es el reverso del flautista de Hamelin: nos ha traído sus ratas en una comunidad autónoma donde hay pocos niños. Se dirá que son bichos y encima de mentira, pero aquí somos pocos y necesitamos toda la gente buena, lista y con sentido de humor posible.


PD: Conocer su obra es sencillo: sólo hay que entrar en la web de El Mundo y pinchar en la pestaña de Castilla y León (La viñeta del domingo: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/11/14/castillayleon/1289727836.html. O bien, hacerse con algunos de sus libros recopilatorios (las dos tiras mostradas pertenecen al mencionado 'Ironías renovables').

domingo, 14 de noviembre de 2010

ADIÓS A BERLANGA, PATRIMONIO NACIONAL


Luis García Berlanga (1921-2010)

Amó y odió a España y a la condición humana con inimitable GRACIA.

Descanse en paz


domingo, 7 de noviembre de 2010

Miguel Hernández o la guerra civil de la humanidad

Del homenaje a Miguel Hernández en el centenario de su nacimiento oigo ruidos, pero no música. Su poesía es una partitura que ya no sabemos interpretar en grupo. He oído a políticos que dicen rehabilitarle y músicos que avanzan que van a musicarle. Es inútil. Son los políticos quienes quieren rehabilitarse honrando a Hernández y la música, por la que yo conocí al poeta en mi juventud, ya será siempre, para mí, la de Serrat.

Esto no quiere decir que haya salido intacto a la nueva presencia del poeta. Cuando el diario Público reeditó Viento del Pueblo enseguida lo compré pues, para mi vergüenza, recordé que ya no tenía ni un sólo verso de Hernández en casa. Fue leer el primer poema, dedicado a la muerte de Lorca, y un pesar renovado me hizo abandonar el libro. Con Lorca, la guerra civil quemó flores de belleza desconocida. Con Hernández extirpó una raíz. Nuestra sensibilidad ya no ha podido crecer de la misma manera. Una guerra no es en vano, se paga por ella.


¿Qué es este homenaje que se le tributa? Un bonsái. Un árbol domesticado que evoca a uno mayor. Antes cuando oía a Serrat hubiera sentido el impulso revolucionario de pedir justicia. Ahora siento una pena lúcida.

Dice Hernández:
Muere un poeta y la creación se siente 
herida y moribunda en las entrañas

En cuanto a los hombres que habitan en esa creación, una parte siente ese cataclismo y otra no. Los dos bandos de la guerra civil de la humanidad que no cesa.


 NOTA: Me disculpo por la tardanza en publicar una nueva entrada. Espero reactivar el blog con la agilidad merecida. Además tengo pendiente un par de entradas a las que llevo días dando vueltas. Gracias por asomaros a Casadesolada. Es un placer leer vuestros comentarios.